Resumen:
Tal es el sentido de este Tomo II de mi Antología del Folklore Ecuatoriano. Un respiro de alivio, rendición de cuentas, conciencia tranquila. Misión cumplida.
Por lo pronto, no hay como negar el valor de las contribuciones de esta Antología. Ellas no son meros trabajos. Son documentaciones valiosas de nuestros días, que las futuras generaciones habrán de amar con la nostalgia de lo que nunca vieron, tuvieron, vivieron. En términos universitarios norteamericanos, equivalen a preciosos "papers" escritos por aspirantes a verdaderos profesionales de la Ciencia Folklórica...