Resumen:
La voz de la inocencia debe dilatarse sobre la faz de la Tierra, y hacerse escuchar de polo a polo. Si los perversos tienen la libertad de desplegar sus venenosos labios contra la honra del inocente ¿No le será permitido a este levantar su voz hasta los cielos, para confundir a sus calumniadores?. recibir un vejámen que ultrapasa los límites de toda iniquidad, y guardar silencio, sería hacerse cómplice de un horrible atentado contra la justicia, y ofrecer al mando la monstruosa anomalía de ser víctima y cómplice a la vez, dando así lugar a deshonrosas interpretaciones. "Hay tiempo de llorar y tiempo de reir; tiempo de callar y tiempo de hablar". Hé aquí dos principios profundamente filosóficos, enunciados con la mayor sencillez.