Resumen:
En un libelo, bajo el epígrafe «Repliquemos», de treinta y seis páginas, con un arsenal de maledicencia e impostura, se hace gala de vulnerar a mansalva los más sagrados derechos de mi personalidad : el honor y la fama. El hombre que tiene conciencia de sus actos, al despreciar los insultos, tiene obligación de vindicar sus derechos, a fin de que el prestigio y la honra queden incólumes; porque aceptar la vileza, la infamia, solo es propio de un corazón menguado. He ahí el motivo por el cual se da este opúsculo, para manifestar a mis conciudadanos en particular, y en general a la sociedad sensata del Ecuador, que mi proceder en la vida política y privada, jamás ha estado reñido con el carácter, la hidalguía y honradez, virtudes de alta valía, en la política y en el hogar.