Resumen:
En 1880 en Guayaquil Lorenza Perez, a la edad de veintidos años, era llamada con acierto Real Hembra, por sus formas esculturales y la extaordinaria belleza de su rostro, para una persona de buen gusto, era un encanto para un poeta una divinidad. Pero lorenza carecia de Educacion y de instruccion, su padre Jeronimo Perez, sacristan de la iglesia...