Resumen:
Claro está que los que tuvieron la culpa de que yo viniera a Quito, fueron el Mayor Segundo Abarca y Dn. Carlos Manuel Noboa, quienes me dijeron, el uno en Chile y el otro en Lima, que este país era muy a propósito para sustentar conferencias. Y como el mayor Segundo Abarca y el Sr. Noboa, por su voz, su físico y sus graciosos ademanes, parecen incapaces de engañar a nadie...