Resumen:
Si la civilización fuera modificador tan poderoso que
cambiara, en cierto modo, la naturaleza, diez mil años no
bastarían para abrirlo el ángulo facial al negro sabio de
Guinea y comunicarle las prendas físicas y morales con
que sobresalen las razas blancas del Asia y la Europa,
siendo de presumir, además, que tan antiguo es el negro
como el blanco, supuesto que son hijos de dos hermanos.
El uno se ha civilizado, el otro no: el uno recibió de la
naturaleza alguna parte de la divinidad con que Dios la
enriquece, y el otro fue más desgraciado en el gran
repartimiento de los dones . La población del
Nuevo Mundo es otro argumento de que los filósofos
descreídos se sirven para combatir la doctrina de la
comunidad humana...