Resumen:
Junto a un algarrobo medio embutido
en el ambiente violeta, totalmente desnudo,
el negro. Santander golpea el tronco
con furia, rápido, seco., fuerte. En lo negro
su carne brilla y sus ojos manan luz;
la espalda curva como bejuco forzado se
agrieta musculosa; las piernas medio anguladas se templan de nervios, y se abren
los brazos como caderas sobre su cabeza.
Las cigarras chillan agudamente, y se oye
el alarido prolongado de la madera que se
raja y el hipo del golpe cuando el tronco
da en tierra.
Cerca, el estero pasa con un aliente borracho de raíces y de pescados.