Resumen:
matar un trino, una cadencia. Y nada hay más bueno y hermoso
en el mundo que un trino, una nota o una cadencia. ¿No te da pena ver cómo agoniza el pobrecito, todo tembloroso, con el piquito abierto, con los ojo-; dilatados y brillantes, cual dos gotitas de tinta china? Matar un pajaro es un crimen. Yo no sé si podré seguir queriéndote, Leal.