Resumen:
Los últimos disparos de Ayacucho sellaban la libertad del Nuevo Mundo, cuando el Congreso Nacional reunido en Bogotá, decretaba en 28 de Julio de 1823, la subvención vitalicia de 30000 pesos anuales, concedida al Libertador, como una manifestación de gratitud en favor del héroe que había emprendido y llevado a cabo la obra titánica de la emancipación política de militares de pueblos y comouna recompensa ofrecida al eminente Político, al sabio estadista y al guerrero invencible, que había podido fundar sobre las ruinas del Poder Colonial de la Corona de Castilla en el continente americano...