Resumen:
Como el Congreso de 1888 resolvió que se estudiase detenidamente la ley sobre aguas, vuelvo a llamar la atención de os hombres lustrados hacia este importantísimo cuanto trascendental asunto.
Los nuevos dictámenes de físicos eminentes, evidencian que los legisladores de 1886 se fundaron en datos de todo en todo erróneos, y que, aun supuesta la exactitud, la ley no será conveniente. No pueden ser más terminantes los pareceres manifestados por eminentísimos Profesores europeos; pareceres que, a no dudarlo convencerán al H. Congreso de 1888 de que es necesario y urgente derogar aquella le. expidiendo otra, fundada en los principios de la verdadera ciencia, y en armonía con los progresos de la civilización...
