Resumen:
Entre las varias y luminosas exposiciones que de todos los ángulos de la República os han dirigido los prelados de la iglesia, pidiéndoos la revocación del decreto de 28 de junio de 1824; permitid que figure también la mía, y dignaos leerla con ánimo imparcial y sereno, como cumple a la altura de vuestra posición, a la justicia e importancia del reclamo y al interés procomunal de la Patria.Soy ciudadano, y la constitución garantiza el derecho de petición: soy sacerdote, y el evangelio y la Iglesia me mandan hablar: soy Prelado, y en fuerza de las obligaciones que este sagrado título me impone, debo presentar y reclamar.