Resumen:
La chispa revolucionaria brotó en las colonias de la América del Sur, cuasi simultáneamente a principios del siglo XIX, al contacto de las ideas de redención fecundadas en suelo francés y ante el ejemplo de los Estados Unidos. Pero desde mucho antes, los anhelos de la libertad, se manifestaron en estallidos que las autoridades españolas se apresuraban a reprimir con guante de hierro. También en el Brasil, el pensamiento separatista respecto de la metrópoli lusitana había llevado hasta el martirio a Tiradentes. Y remontándonos a tiempos más lejanos contemplamos la figura airosa de Gonzalo Pizarro, soñando con fundar en el Perú, una dinastía para los suyos.