Resumen:
Se han cumplido ya veinte años desde que la sagrada unción episcopal, por voluntad de Dios, nos impuso el pasado cargo pastoral, y otros tantos años son los que han transcurrido desde que nos impusimos cual deber de nuestro estado el promover de cuantas maneras estuviesen á nuestro alcance, el amor y devoción al Corazón Sacratísimo de nuestro Dios humanado, Jesucristo.