Resumen:
Cuando supimos de la revolucion conservadora nos quedamos tremulos, y sentimos correr un calofrio de terror por nuestras venas, veiamos ya nuestras cabecitas rubias cabecitas de largos y cedosos bucles, rodando por los suelos entre bobotones de sangre y separadas, completamente separadas, de nuestros cuerpecitos serranos al fiero golpe de...