Resumen:
Al dar a luz la primera obrita, queremos criticarla nosotros, antes que nadie, puesto que somos los primeros en conocer su poca o ninguna importancia ¿Porqué la publicamos entonces?. A explicar esto van encaminadas las dos palabras propuestas. Niños éramos todavía cuando leímos la célebre Fabiola de Wiseman, y al encanto inexplicable que su lectura produjo en nosotros, se excitó el deseo de mirar en las tablas esas tiernas y bellísimas escenas de los primeros tiempos del Cristianismo...