Resumen:
:El año de 1900, a principios de Agosto, yendo de vacaciones a Tixán, donde hacia de Cura un hermano mio; atravesé el Nudo del Azuay, que se
halla a 4307 metros de elevación, con el temporal
más crudo.
Había nevado toda la semana anterior y continuaba nevando. La ondulada blancura del hielo,
tendida simétricamente sobre el Nudo, no le quitaba nada de su forma natural visto a la distancia,
semejaba, como dice Wolf, una araña gigantesca pero una araña sobre cuyo lomo se hubiese derramado polvo de estrellas.